No entiendo cómo funciona el tiempo.
Te quise más de lo que supe demostrar. Y así terminó todo.
Yo tengo un Falbalá y al mismo tiempo soy uno. Es un maldito
círculo infinito de desesperanzas.
Hay momentos en los que todo parece roto, vacío, inútil y
libre de esperanza; durante los que simplemente esperás que la vida pase.
Sabemos que del lado de enfrente salió el sol pero elegimos
quedarnos acá. Porque amamos la lluvia.
Las utopías son reales hasta que las conocés.
Te quiero por esas cosas que nunca te voy a poder dar y vos
me mostrás en cada movimiento.
Me humecto unos labios que no van a besar y me cubro los
oídos con música que voy a tener que pausar. Estudio, convivo y sonrío todavía
sin encontrarle un sentido. O sin saber si siquiera hay uno.