Nuestros corazones están imantados y se atraen, arrastrando a nuestros cuerpos, complacidos.
Nuestros ojos se miran, esquivan, se miran obedeciendo a nuestras mentes, que no permiten al resto sentir.
Acordate de olvidarte
De olvidarte que te acuerdes
Que acá la tierra es un desastre
Y que la vida nunca vuelve
14.2.18
Tengo miedo de hacerme tan fuerte (o tan piedra) que después no me mueva nada.