29.9.12


‘Llegás y el lugar se empieza a llenar de gente. Cada minuto que pasa es una gota más de impaciencia y nervios cayendo lentamente por la boca del estómago. Pero se termina la espera, y escuchás los primeros deslizares sobre las cuerdas, los primeros roces sobre los platillos. Ya no aguantás más. Hasta que la cortina metálica se levanta y sos la persona más feliz del mundo. Y escuchamos los primeros acordes.  Y sentimos un retumbar en el pecho. Pero no hay palabras que describan lo que sentimos en el corazón. Eschuchás con cada célula. A lo mejor cerrás los ojos. Y no podés evitar  sonreír .’


Supongo que traté de escribirlo desde tu perspectiva pero era tu banda y sé que lo sentiste distinto a mí. 
Me encantó acompañarte (cuando venga la mía, vos me acompañás a mí). Te amoorza!