Ciega, ciega y estúpida. Creo que, igualmente, precavida. (O al menos eso espero).
No me gusta más esto, no quiero jugar más, paso. No me gusta este juego.
Tiro los dados por última vez y me voy. Una última mano, una última canción.
No creo encontrar algo real, (aunque quisiera, y mucho) pero por lo menos no va a ser una mentira; un juego de máscaras de cutis y frialdad de pieles. Una mentira hecha de trapo con ojos de botón. Un TIMO, un chamuyo, una rutina.
Listo, corto, fin.
Me retiro.
Chau.