Me gustan las sonrisas. Todas.

Al final siempre buscamos algo que llene la vacuidad.

Ya no sé si me falla la vista, el oído o el mundo.

Cuando te vas es que me doy cuenta de que no te necesito. (O sí).

Un sentimiento puede durar tanto como el caer de una gota de agua.

Hablame de música o ideas. El resto no me interesa.

Me preguntaste si había escrito algo de vos. Me da vergüenza y duele.

Como persona soy una mierda. Como todo lo otro también.

Vivimos para dar vuelta los colchones.

Me voy a acordar de vos cada vez que se me meta una piedrita en la zapatilla.

Me hace mierda verte y no verte.

No puedo evitar que me pongas nerviosa. Y se ve bien feo.

No me vengas con flores ahora.

Escribo cada pelotudéz.

No, no cambie, ojalá. Sigo siendo la misma mierda de antes.

Cada vez me sorprende más la hipocresía de tus actos.

Hasta que no me sorprenda más.

Lo único que aprendí de todo esto es que ser libres está mal.

Si salgo de mi cama tengo que seguir viviendo. Y no quiero

Quiero volver a esa noche de paseo en un auto frenado, al día de lluvia cuando me fuiste a buscar nervioso a mi camioneta y mi viejo se rió, a estudiar matemática y a empezar todo de nuevo.

Te aburriste, pero no empieces a jugar a olvidarme porque gano yo.

Disculpe, señor, no puede tener nuevas ideas, ya están todas ocupadas.

Llevame a pasear por tus sábanas y démosle la vuelta al mundo.

'

Creo que la magia es algo tan cotidiano que ya nadie da por percibido.

Cuando se emplea la palabra 'magia' uno inmediatamente asume que tiene que ser algo estrambótico que sobrepase todos y cada uno de los límites físicos y bilógicos.

Para mí esta en todo lo que nos hace sentir.

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No quiero a alguien que me quiera a pesar de mis defectos; quiero a alguien que me quiera por ellos. Te quiero a vos.

Te voy a disfrazar de cielo estrellado y ponerte un corazón en la luna. (Solo para reflejar tu verdadero vos)

Quiero quedarme sola con la noche.

No quería irme. Quería quedarme en ese doble-piso humano que me genera tanta seguridad; donde nos permitimos dejar de cuidar nuestras palabras y acciones, porque después las cosas se vuelven sociedad. Quería quedarme en esa conjunción eterna. Pero vos siempre te vas.

Nada, no hay nada. Vacuidad. Tristeza tal vez? No se. A lo mejor ni siquiera eso. Quiero irme para no volver.

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Él se acercaba con un dulce en la mano mientras ella lo miraba.

El frío del invierno se notaba en sus ropas; camperas, gorros y bufandas. Las cabelleras de ambos ondulaban al unísono con el viento, que les daba forma de lo que le placiera.

Extendieron la mano, siendo dignos espectadores de lo que iba a suceder. Al recibir el objeto, en el momento preciso en el que lo tocó, una vibración intangible se apoderó de sus recuerdos.

Aquél primer beso, revolcadas por el pasto en las épocas de calor, esas noches frías bajo las frazadas y cerca de una estufa, las cosquillas que terminaban en caricias, las risas y lágrimas. Lo bueno y lo malo; eso que los hace felices.

Para Vera, porque te encantan estas cosas.

Feliz semana de la dulzura.

*

No necesito flores

No necesito chocolates

No necesito poemas

Ni que me ames

-

No necesito que me ames

Pero sí que me quieras

Más no me sirve ya

Que simplemente me adquieras

-

,

Se te fue el entusiasmo con respecto a mí. Soy un muñeco viejo y de trapo.

Era la excusa perfecta. Sobre todo porque me hubieras comprado.

Quiero escribir algo que lleve tu nombre.

Perderse en el tiempo es un regalo, es una ilusión real e inspirante, algo al ras de lo místico que simplemente hace que seas feliz.

No sé si te querré lo suficiente. (Igual después cambio de opinión).

Me falta motivación y me sobra tiempo.

Siempre tuve la libertad de hacer lo que me apeteciera en el momento en el que me pareciera. El hecho de tener que pensar las cosas dos veces es un cambio algo forzado, pero sin duda, para bien.

No te voy a buscar más.

Sé que aunque me desvíe siempre voy a encontrar mi lugar en tu regazo.

Dentro de estas cuatro paredes oscuras, entre los abrigos, estantes y tu piel, está permitido imaginar y dejarse llevar por esa sensación irreal, entre transpiraciones y la rapidez de nuestros alientos. Podemos estar en algún palacio o en una ruina, podemos ser elfos o magos.  Cualquier cosa vale dentro de ese cubo negro.

Que este viaje en colectivo dure para siempre.

Tal vez sobran todas las palabras.

Sentí mi teléfono vibrar en el bolsillo. Una, dos veces. Sos vos, seguro. Se me estrujan las entrañas mientras mis neuronas se precipitan a imaginar tu posible respuesta al tiempo que estiro mi mano para tomar el aparato.

Quién habría dicho que encontraría la cura de la vacuidad en los desechos de otra persona.

Me gustaría plasmar en palabras este sentimiento, como siempre se me es dicho –u obligado- hacer. La cuestión es que te quiero y mucho pero, maldito ‘pero’, no se siente como debería. No se me retuercen las entrañas con la inquietud de verte, no se precipita líquido nervioso por la boca de mi estómago al vislumbrarte y la piel no me quema al tocarte.

Creo que lo que más miedo da es que no te importe.

Donde hubo juegos, juguetes quedan.

Si no existiera la distancia, todo estaría acá. Acá acá. No habría espacio. No habría masas corporales, porque entre ellas debería haber espacio, y ellas mismas ocuparían espacio y el espacio, por más diminuto que sea, es distancia. Si no existiera la distancia, no existiría nada.

El sonido del éxito no debería escucharse como la derrota de los demás.

Esta abstinencia de vos está logrando enloquecerme.

Fix me.

Al final, la sociedad se reduce a eso, unos tratando de dar menos y otros, de obtener más.

Vayamos a dormir. Tenemos permitido dejar de ser humanos por por lo menos unas horas.

Ojalá lo que te hace bien no pudiera hacerte mal.

Sos mi droga sin receta.

There is no happily ever after.

El simple hecho de estar contenida dentro de las mismas cuatro paredes que vos me hace feliz.

Siempre respondés en el momento oportuno.

Me faltan los puntos y comas digitales pero me sobran en papel.

Y miré una hora que no coincidía con lo que nos pasaba.

Tengo secos los labios, la garganta y el corazón.

Puedo imaginar que dormís conmigo esta noche.

She looks like a song.


Susurrame. Susurrame y hablame sin apuros al oído.


Lo único bueno de mi es la forma en que me perciben los que me quieren.
El resto es una mierda.


Una picardía del destino.


Pasar el tiempo con vos no es pasarlo, sino aprender a vivirlo.


Creo que hay solo una pregunta que todos deberíamos hacernos. Estás haciendo lo que en realidad querés?