31.8.12

Grandes bocas con pequeños oídos


Su opinión no es más que discutida, negada, refutada. El gentío no hace más que eso. Y gritar. La acusaron de todo, hasta ‘mente cerrada’ una vez le dijeron. Pero es más complicado que eso. La estructura con perfil de rompecabezas que es su mente es descifrable solo para aquellos con la voluntad de hacerlo. Ella entiende abstractamente. A veces tanto que simula no entender nada en realidad. Por eso le cuestan las materias exactas. El astronáutico vuelo celeste que es su encéfalo es un misterio comprensible para algunos, imposible para otros y extraordinario para los más pocos.
Al final todos son grandes bocas con pequeños oídos.

Sentimos la necesidad u obligación de dar un nombre o explicación a las cosas. Y nos sentimos genialmente al hacerlo con vocabulario graduado en ‘modo experto’.

Y te paseas por ahí como si nada sin tu ‘letra con altura de x y ascendente montante sin blanco interno y un raro vértice localizado en la base’ hablando con profanos sobre asuntos de interés astral.

No voy a pensar más. No más estrategias, no más especulaciones, no más disturbios a la mente. Voy a dejar fluir y hacer lo que simplemente fluya.
Porque si pienso a futuro, nunca vivo el presente y al final todo lo que preparo para pasar mejor después, es algo que nunca llego a vivir porque cuando aparece, se transforma en presente.

Es que necesito que sea destructivo, desgarrador, avasallante; totalmente devastador. Una eterna montaña rusa cósmica en la infinidad de mi línea recta.

Perturbador. Esa es la palabra. Perturbador.
Tengo la conciencia más perturbadora que existe. No me afecta nada, soy prácticamente inmutable. Puedo decir, escuchar, leer cualquier cantidad de barbaridades sin siquiera parpadear.

27.8.12

Un par de labios rojos y carnosos.


Si lo que yo quiero es un par de labios rojos y carnosos, tu par de labios rojos y carnosos, los consigo. Puede sonar bastante arrogante de mí decirlo. Y lo es. Igualmente, no es a esto a lo que me refiero. Sino a la barrera que existe entre tus labios rojos y carnosos y cualquier sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser que pueda ser emanado hacia mí. Esto último es algo que parece no puedo conseguir. Será porque de mi parte tampoco hay reciprocidad¿? Será¿? No sé. No sé si lo sabré. Por el momento, poco me interesa. Pero diciembre cada día está más cerca. Igualmente, es una pena que ese par de labios pertenezcan a una persona tan profana como lo es su dueño.
Son solo pensamientos estúpidos llenos de hueca y vana esperanza.

Mangoneadores.


Al principio fue enojo. Un enojo que lentamente se fue transformando en entendimiento y admiración, mezclado con una pizca de hipocresía.
Yo sabía y todavía creo tener bastante claro como son las cosas. El que quiera o no que sean lo que son, es otro asunto. Mi asunto.
Y a toda la gente que se inmiscuye en mi mente tergiversando ideas y cambiando pensamientos (o al menos intentando) les digo: ya soy bastante grande como para meterme en los asuntos en los que tenga ganas de enclavarme, a consciencia propia, equivocarme si es necesario y aprender de mis errores; pero siempre porque yo quise. No ustedes.

20.8.12

La hipocresía de las baldosas

Ella estaba tirada en el piso. Sonreía, pero sus pulmones estaban llenos de infortunio. El aire que respiraba emanaba hostilidad. No hacía esfuerzo alguno por levantarse porque la desdicha le pesaba entera en el cuerpo. Sus manos sentían el frío de un piso que será de su malquerencia por años. Su cara rojo fuego reflejaba el sufrimiento que carga con ella día a día. Sus rodillas, sus rodillas están ya dobladas por el impuesto que tiene que pagar por ser sólo lo que es. Pero a ella no le importa, a ella no le importa la imagen que genere en otros. Y carga con ello todos los días.

15.8.12


Soy feliz sólo porque no tengo razones para estar triste.

‘Cuento rebotado por la profe de biología’ ó ‘Criatura de otro planeta’.


Si me desperté por hambre o frío esta mañana, no lo sé. Lo que sí sé es que caminé en un estado de somnolencia inaudita hasta arriba para descubrir algo que me sorprendió. Al salir, tuve que acostumbrarme a una luz enceguecedora que lastimó mis pupilas. Descubrí que las calles estaban completamente vacías. Fue entonces cuando me percaté de la delicadeza del asunto: tenía hambre, y si no encontraba a alguien rápido para poder conversar y satisfacer esa necesidad tan primordial, comenzaría, como consecuencia, un desgaste de mi cuerpo. Éste comenzaría en la última capa de mi ser carcomiendo capa tras capa hasta llegar al núcleo en cuestión de un par de horas.
Vagué por la ciudad por una cantidad de tiempo que me es difícil definir, sin lograr mi cometido, hasta que caí bajo la sombra de un enorme árbol. Con cualquier tipo de esperanza ya tristemente abandonada, decidí plasmar en papel este hecho que logró cambiar el corto tiempo restante de mi vida.
Al yacer aquí, bajo este robusto árbol, el pensamiento que ocupa mi mente, no es de amor, odio o tal vez intriga de saber cuál ha sido el destino de mis compañeros de vida, sino que pienso que morir de soledad es lo más terrible que puede pasar a cualquier ser sobre este universo.

11.8.12



-Ya sos grande, no le contestes así, aguantatelá.
Qué entonces¿? Ser grande quiere decir que no tengo que defender mis ideales y si hay algo que me molesta, tengo que dejarlo pasar sólo porque soy grande¿? La verdad es que no, no, no y no. No tiene sentido ahora y no lo va a tener nunca. Pienso defenderme ahora y siempre, sea una persona más grande o chica que yo la que esté del otro lado.

Sos más lindo 4


Porque no nos sale hablar en un ámbito abierto y justo cuando se nos vienen las palabras a la mente estamos haciendo otra cosa y no nos queremos interrumpir. Estrellita. Porque yo sé que querés decirme muchas cosas y hay millones que yo quiero contarte. Panza. Estabas todo decaído pero no alcancé a preguntarte porqué. Mano.
Porque después me voy y a veces soy feliz, pero la moyoría soy pura confusión.
Te saboreé todo el camino hasta casa.
Labios lentos.

La evolución


Y había una masacre en mi plato. Músculos, tendones, arterias, huesos. Algo a lo que uno está acostumbrado a nivel celular desde hace millones de años. Sin embargo, me lo llevo a la boca y es, hasta me atrevería a decir ‘rico’, en cierta forma. Pero no puedo dejar de pensar que para que eso haya llegado a mi mesa, hubo que sacrificar una vida; una vida que no tenía por qué ser menos importante que la mía.
-Tiene hierro, que es lo que vos necesitás. No me voy a pasar la vida comprando pastillitas. Comete eso.
Y pelé media papa con la mano.

La Dama del Solitario


Se la ve tranquila, no feliz, pero tranquila. Tiene un carácter un tanto duro; pero nadie sabe nada. Ella sufrió en cada uno de sus muchos otoños, pero sigue acá. Sigue viva porque nada nunca la venció. Supo manejar todo; no se rindió ante nada. Ella sabe que todavía tiene que resistir un par de años más; no por ella, por los demás. Porque siempre fue así, por los otros.
El tiempo y la vida le forjaron tal carcaza, que en su interior hay poca o nada de fruta madura, palpable. Otro idioma olvidado se le grabó en la piel, y ahora es ilegible.
 Y se la sigue viendo así, tranquila, jugando incansablemente al solitario, esperando
Juana la Loca Ft. Delilah, gracias locura.

10.8.12

Porcentaje.


No es euforia, es una irritante y constante felicidad. Una embriaguez de pensamientos y sentimientos positivos; todo está y siempre va a estar bien.
Hasta que mi amigote me dijo ‘No sé si ser feliz siempre sea bueno, porque de los errores, que casi siempre son malos ratos, aprendés; solo de ellos.’ Y tiene toda la razón.
Pero yo sí que me equivoco, pero no me pongo mal, lo arreglo. Supongo que de eso aprendo igual, aunque no me ponga triste. Es más, creo que está genial que las cosas sean así para mí.
-Y… en porcentaje, cuánto?

6.8.12


No sé si fue el reflejo de un sol recóndito sobre la nieve destellado en tu cara o la magia que causa estar ahí arriba; pero eras vos, y me encantaste.

Yo misma me hice acordar a otra chica cualquiera, toda muerta de frío y a oscuras esperando en la parada del colectivo sola cuando se suponía que no iba a ser así.

Y son kilos y kilos de mensajes mal escritos. Y son litros y litros de canciones poderosas. Pero nada tiene sentido. Uno pensaría que con tanta información, algo se sabría. Pero nada, son solo semblantes imperturbables; no importa cuánta tormenta pudiera haber en el interior, el exterior es piedra. Todo disimulado fríamente.
No es por no poder, es por miedo a ser resquebrajado.
And if I mean what I say, love can´t be bad.