No es euforia, es una irritante y constante
felicidad. Una embriaguez de pensamientos y sentimientos positivos; todo está y
siempre va a estar bien.
Hasta que mi amigote me dijo ‘No sé si ser
feliz siempre sea bueno, porque de los errores, que casi siempre son malos
ratos, aprendés; solo de ellos.’ Y tiene toda la razón.
Pero yo sí que me equivoco, pero no me
pongo mal, lo arreglo. Supongo que de eso aprendo igual, aunque no me ponga
triste. Es más, creo que está genial que las cosas sean así para mí.
-Y…
en porcentaje, cuánto?