Inundé todo el baño.
A lo mejor ese fue el principio de una noche muy ‘agradable’ (dejo entendido que estoy
siendo sarcástica). Toda la casa se revolucionó y mi familia entraba y salía
del baño con trapos y baldes mientras yo estaba atrás de la cortina. Bañándome.
En bolas. Qué lindo.
Bueno, el punto es que una vez que la situación estuvo mas o
menos controlada, salí del baño sintiendo una necesidad casi terrible de
escuchar Carpet Crawler de Génesis. Llego a la computadora así nomás (en
toalla) y pongo el tema a todo lo que dan los parlantes de la notebook (que no
es mucho). Cuando ya va por la parte en que se pone medio pesadito con repetir
siempre la misma frase, you gotta get in
to get out, escucho a mi queridito hermanito aullando como si fuera época
de conejos. Resulta que el pequeño monstruito estaba leyendo un libro y no-le-gusta-que-lo-molesten.
Nene, esuchame una cosita: querés leer sin que te jodan, te
vas a tu pieza y te ponés tapones en los oídos o algo; no te quedás tirado en
el sillón en el área más común de la casa por donde pasa medio millón de
personas por hora esperando que no se haga ni un ruidito que, guarda, puede
molestar al nene que lee. No jodas.
Lo que pasó fue que no reaccioné de muy buen forma a sus
grititos y le largué unos cuantos improperios que debe haber escuchado mi abue
en Bs. As. Y me retaron. Que no estoy en la bombonera me dijeron, que no soy un
camionero y que si me escuchan hablar así devuelta me castigan por un mes. Ok.
Por lo menos gané con el tema de la canción y mi hermano se tuvo que ir a su
cuarto.
Pero no cantemos victoria antes de tiempo. Porque el muy
buenito, oh sorpresa empezó a golpear la pared con una pelotita el muy divino.
Como no le presté atención, por más que me pusiera los nervios de punta, empezó
a tirar desodorante por la escalera (que quede claro que su habitación está
como abierta en una pared y desde arriba podés ver el pasillo). Esto no solo me
molestó a mí, sino que a mis viejos también porque a su pieza llegó el olor a
Axe Anarchy. Gané otra vez pero el saboreo de ese tema tan lindo, me lo
arruinaron.
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