29.5.12


Sequías de pensamientos en la mente con consecuentes lagunas de recuerdos.
Nada estimula a mi encéfalo a superarse.
Es una existencia lisa, sin órbitas ni resbaladas abruptas.
Me gustaría ser como Cocho, el Tano, el sí que hace de su mundo lo que apetece. Pero a mí no me sale. Es todo demasiado real como para que sea mentira. No es fácil cambiarlo como uno plazca. Por eso admiro al Tano. El sí puede, por más difícil que sea.

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