12.5.12


Después de 16 años de conocer a mis padres, llegué a la conclusión de que no nos quieren por ser nosotros. No. En realidad nos quieren por ser pedacitos de ellos. Nos quieren porque en nosotros se ve un reflejo de cada uno.
Cuando tengo hambre y puteo a todo el mundo, mi vieja se ríe. Y no porque le gusta que la puteen sino porque en mí ve a mi viejo.
Cuando digo algo inteligente o me enojo, mi viejo se sonríe. Porque ve a mi vieja.
Y si no se ven reflejados y nos quieren igual es porque nosotros somos un proyecto que ellos crearon y moldearon a su medida, siguiendo sus propias instrucciones.
No nos quieren a nosotros, se quieren a ellos. Suena feo, si, pero es cierto.


Delilah: ESTA ES PARA VOS WACHAAAA

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