7.5.12


    Llego a mi casa, tiro campera, mochila, carpeta y zapatillas y paso por el baño. Acto siguiente, me dispongo a hacer un meticuloso registro de la heladera. Nada. No puede ser que con 5 personas de gustos tan diversos no haya nada decente para comer en esta casa. Pará. Una pera. Algo hago con una pera, no¿? Ahí está. Una pera y un tecito caliente que hace frío. Me tengo que bañar, soy un desastre. No importa, después.

   Tengo tarea de fotografía. Mierda. Es para mañana. Y yo acá boludeando, haciendo un texto tonto solo porque necesito llenar algún tipo de vacío. Fue. Después lo hago.

    Y sabés porque te odio¿? Porque cuando llegaste a tu casa después de verme, te pusiste a hacer eso que más te gusta, eso que te hace descargar todas las tensiones. Por eso te odio.

     Y se me hizo tarde y nada de lo que escribí tiene sentido. Y no me bañé. Y no hice la tarea de fotografía ni estudié para literatura. Pero todavía te odio. Si, te odio.

“Mi capricho es ley.”
                                  -Charly García.