Lo percibo
todo abstracto. Nada se siente como debería. Escribo por escribir porque ya ni
emociones quedan. Veo todo como reflejado en un espejo. Los sonidos son sordos,
me adormecen.
No hay
sentimientos. Solo el deseo de sentir algo; un pinchazo, un sabor, una caricia
con significado, cualquier cosa. Pero no hay nada. La existencia solamente
pasa. El tiempo no se paraliza para que podamos pensar. No. El tiempo es
rencoroso. Si no te adaptás, te quedás atrás y no hay nada que puedas hacer.
Porque
después de todo nadie se preocupa auténticamente por vos. Ni por vos ni por
nadie. Cada uno se ocupa de cada uno porque así somos. Nuestra maldición, ser humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario