23.5.12


Lo percibo todo abstracto. Nada se siente como debería. Escribo por escribir porque ya ni emociones quedan. Veo todo como reflejado en un espejo. Los sonidos son sordos, me adormecen.
No hay sentimientos. Solo el deseo de sentir algo; un pinchazo, un sabor, una caricia con significado, cualquier cosa. Pero no hay nada. La existencia solamente pasa. El tiempo no se paraliza para que podamos pensar. No. El tiempo es rencoroso. Si no te adaptás, te quedás atrás y no hay nada que puedas hacer.
Porque después de todo nadie se preocupa auténticamente por vos. Ni por vos ni por nadie. Cada uno se ocupa de cada uno porque así somos. Nuestra maldición, ser humanos.

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