Hace frío. No siento los dedos de las manos. Mejor las escondo en los puños de mi campera. Debo tener la nariz roja. Seguro. (we were both young whemsnmsnmssnsmn) Un 3 en química que pelotuda. ¿Faltará mucho? (nobody knows it butmnsmnsmsnmssnsnm) Ahí está. Busco los dos con cincuenta en mi bolsillo, perdón, tres con cincuenta, aumentó. Me apuro para subir.
-Hola.
-Hola, ¿Cómo andás?
-Todo bien. Graciaas.
Camino hasta mas o menos la mitad así elijo depués si me
bajo por atrás o por adelante. Me acomodo en el asiento. Sumo los numeritos del
boleto. Mierda, otra vez 10. ¿No podía ser cualquier otro día? (nos
sacamos el anillo carcelemsmsmsnmnsnsmsn) Ahí está. Ya sabía.
-¿Qué hacés?
-¿Todo bien?
Alguien que conocía. Tenía el pelo mojado. Le alcancé a oler
perfume a shampoo. ¿Tenía que tocarme 10 justo hoy? Si. No sé si será destino o
coincidencia o alguien de arriba que me tomó bronca. Pero fuera de joda, ¿justo
hoy me tenía que tocar 10?
(un torrrrrnado un torrrnado)
“-How about you, Maite? Do you believe in fate, or
coincidence?
-Mmm… I don´t know miss.”
Me parece que ahora sí lo tengo claro.
